Quizá para muchos el tema le suene un poco inusual, pues que pena, para mí no; si aún estás en el colegio es probable que no pases aún por esto, o sea, ¿a quién engaño?; es probable que si aún estás en colegio ni siquiera estés leyendo esto, es probable que ni siquiera quieras leer nada, es mucho más probable que estés pegado en tu blackberry pensando en que chisme llevarás mañana al salón y a que nerd te le cargarás, del deber que no has presentado y no harás, de la chica que no te va a dar bola; es probable que estés preocupado de muchas cosas menos de leer. En fin, el tema de hoy va dedicado para mí, para Erika y Denisse, pues llevamos sobre nosotros la horrible carga de las malas noches, de quemarnos las pestañas estudiando, de trabajar hasta tarde para estudiar… ¡Malditos mocosos, lean y miren lo que les espera cuando entren a la universidad!
Bueno, después de exaltarme un poco por lo mucho que extraño el colegio (todo era más sencillo, no estudiabas y eras el mejor de la clase, no competías con nadie y por lo menos entrabas en el salón y conocías los nombres de todos), puedo decirles que todos maduramos de a poco (claro, como alguien me dijo por ahí, unos más que otros), esa madures trae consigo algo que se llaman responsabilidades; ahí es cuando ya te empieza a importar estudiar (a excepción de que seas genio o que estés en una universidad farandulera), te importa incluso presentar deberes. Recuerdo el colegio… nunca presenté un deber y aún así mi promedio era muy bueno, casi sobresaliente, ¿cómo lo hice? Pues, los últimos 3 años siempre te darán lo mismo, lo único que varían son los profesores, no necesitas estudiar; pero en la universidad empieza la vida, ahí es cuando ya no puedes hacer el chiste de ir donde el profesor y decirle: “Profe, no sea turro, ayúdeme” (aunque sí pasa pero es más complicado porque casi siempre harán que te humilles ante ellos), aquí tienes que obligarte a amanecerte si quieres pasar; quemarte, literalmente, las pestañas para poder conseguir un mísero punto.
Es que es normal escuchar en un salón de universidad: “Señores, la tarea para pasado mañana; son los ejercicios del 1 al 320394939211029382712930x10^19”, y aparte considerando tu horario (estudias de 7am a 7pm) llegarás a tu casa a resolver los ejercicios que, para colmo de males, son más largos que decir Llanfairpwllgwyngyllgogerychwyrndrobwllllantysiliogogogoch (usen Google, ese pueblo si existe); por lo que puede que te den las 5 am y tú aún vayas por el ejercicio número 1; ¿todo para qué? Para que a la final en el examen no te tomen absolutamente nada de eso. Entonces es cuando concluyes: “Mi vida definitivamente es una mierda”, mientras entre oraciones tratas de que Dios te ayude.
Pero las cosas se complican cuando trabajas y estudias, entonces tú única esperanza es un examen que sabes no podrás aprobar y las lecciones para las cuales estudiaste mientras laborabas, pero que al llegar a hacerlas pareciese que las mismas estuvieran escritas en mandarín. Entonces vuelves a decir: “!Qué mierda de vida!”.
Pero la universidad viene con más cosas, el sueño y el dinero que gastarás en comida, transporte, en todo, y lo peor es que, aún cuando te mantengan tus padres, estarás tratando de ver la manera de conseguir más ingresos (por ello muchos trabajamos y estudiamos) y eso te llevará a que exista más estrés y te digas: “la vida es una mierda”, mientras te quedas con el cerebro fundido por aquel ejercicio que era tan simple como sumar 1 más 1, pero tú lo viste como una ecuación de LaPlace aplicada en un espacio de números imaginarios y en los reales a la duodécima potencia (visi).
Y aún cuando sabes que no jalas aparece un sentimiento casi tan poderoso como el de tener dinero, la independencia, entonces piensas que los 130 dólares que ganas en el McDonald te serán suficientes para poder pagar un apartamento de 250 dólares aparte de los gastos de luz, agua, teléfono, internet, televisión por cable/satélite, y la comida, pues te crees Mandrake y la gran cosa por ganar un sueldo de medio tiempo.
Pero tú sigues esperanzado en cambiarte, y como todo en la vida, algún día tienes que volar del nido, es por ello que te digo… si estás pasando por todo esto, take it easy, sino… pues piénsalo para que estés preparado cuando te toque.
La vida es un ir y venir de momentos que de a poco se transforman en experiencias, siempre es bueno pensar en el futuro pero a la vez que disfrutamos el presente, que eso no nos traume.
Hasta aquí el post de hoy, mis queridos lectores, y hasta aquí los post en este blog. El escritor bloqueado queda cerrado hasta nuevo aviso, pero eso sí, volveré con site propio y nuevas cosas para compartir. Dios, chilly willy, Rihanna o a quien ustedes quieran los bendiga… Hasta pronto.
2 comentarios:
jaja buenos puntos !
te comento que yo sali del nido como dices a los 15 años busque un trabajo de 2pm a 8pm y estudiaba de 7 a 1pm osea entre cosa y cosa tenia una hora para ir al departamento comer algo y correr al trabajo deja de quejarte hermano salir de la casa es bueno y enfrentar la vida , yo estudie el colegio , luego la universidad y ahora soy un feliz microempresario en crecimiento. mis padres hicieron lo que pudieron pero yo soy muy agradecido con ellos sigue adelante si se puede. no fue facil semanas enteras tome cafe con pan mañana tarde y noche y comia frejoles con arroz por que no habia nada mas en mi alacena , cuando mama llamaba si mami todo esta bien jeje para carnaval voy a la casa saludos me tengo que ir ....
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