Hoy ando feliz de la vida, así
que he decidido hacer un blog, uno especial… uno tan cursi que les hará salir
diabetes. Mentira, en realidad los estoy jodiendo, hablaré sobre los
adolescentes porque me tienen harto, y es que hoy al salir me di cuenta que no
se controlan. ¿Qué es lo peor? Verlos en grupos, ¿por qué? Se preguntará usted,
mi estimado lector, pues es que no saben medir sus comentarios.
Y como a mí me gusta clasificar
todo he decidido hacerlo con ellos, y los he etiquetado en los siguientes
grupos:
Los pandilleritos relajosos:
Estos son los que más se ven;
siempre andan con sus vestimentas anchas, sus gorros ridículos y su forma de
hablar tan patética que ya me dieron ganas de vomitar, esperen un momento por
favor… [vomitando]; como les decía estos individuos suelen cargar con ellos una
especie de caja demoniaca a la cual conectan música que parece que ha sido
excretada por el mismo Baphoment. Lo peor es que estos hijos de la Celestina
parece que se gastan sus ahorros en estos aparatos horrendos que no tienen ni
siquiera para un par de audífonos de esos baratos de bazar de un dólar.
En general son mal hablados,
tontos, y no entran en razón, son peor que los niños de escuela que se suben a
un bus y tratan de emular a la gente grande sin darse cuenta de lo estúpidos que
se ven, pero es que a ellos se les perdona por ser niños, pueden ser idiotas
porque no conocen nada, totales ignorantes del mundo en el que viven, pero a
estas escorias, no, a esos no se les perdona porque ya deberían de pensar un
poco más como gente grande. Lo que nos lleva a nuestro siguiente grupo.
Los que se creen mayores hablando temas de adultos sin darse cuenta que
esputan eses:
Estos son muy interesantes, los
encuentras en grupos grandes, hablando como grandes conocedores de una materia
en cuestión, ya sea esta política, religión o cualquier ciencia. A mí me ha
tocado escuchar estupideces del tipo “yo inflo el condón para ponérmelo” o “yo
sé hackear el facebook, te consigo la contraseña de esa man”, en general,
demasiadas estupideces que si me las pusiera a enumerar no terminaría, y es que
la ignorancia es atrevida y estos son más atrevidos todavía.
Lo mejor es ver la convicción con
la que dicen sus pendejadas, es tanta que hasta tu mismo te cuestionas la
veracidad que te pueden dar varios años de estudios. Lo peor son aquellos púberos
(y otros no tanto) que creen tener conocimientos amplios en música. Hablan como
si fueran la mamá de los pollitos de determinado género. Sin embargo cuando les
preguntas por canciones no tan conocidas de grupos como The Beatles, Tina
Turner, AC/DC, se quedan en blanco. Hey, tú, pelado tonto que lees esto y que
de seguro te mueres de la risa, no vas a poder apreciar lo que es buena música
si ni siquiera entiendes la letra de estos grupos. Me cagan las personas que no
entienden que la música, cuando esta no es instrumental, se trata de una
armonía entre letra y sonido. He escuchado tantas pendejadas como “Michelle es
la mejor canción de amor de la historia”, tonteras, si no has escuchado poemas
de José María Egas, Medardo Ángel Silva, Abel Romero Castillo, Manuel Coello
Noritz, cantados por Julio Jaramillo u otros, no sabes nada de música
romántica; como puedes comparar un “I love you, I love you, I love you, I’ts
all I want to say”, con un “Brilla tu frente cual lumbre, la mía pálida y
mustia, tu eres la paz, yo la angustia, tu el abismo, yo la cumbre, eres
dulzura hechicera y amargo dolor me diste, eres tú la primavera, yo el invierno
oscuro y triste”, o, “Para expresar mi amor solamente me queda rasgarme el
pecho, amada, y en tus manos de seda dejar mi palpitante corazón que te adora”,
ahora sí, ven y dime que “te amo” es lo único que puedes decir. La
globalización afecta demasiado a la juventud actual.
Y por último, los más odiosos:
MOCOSOS IDIOTAS QUE VAN AL CINE A JODERLE LA VIDA A LOS DEMÁS:
De mis favoritos, terminan
insultados por la sala entera, no dejan ver la película y molestan desde que
entran hasta que salen, parecen que andan con bichos en el trasero que jamás se
pueden quedar quietos, son odiosos, insoportables, casi tanto como las personas
que no soportan ver que estás tranquilo y empiezan a molestar, así,
insoportablemente fastidiosos. No ven la película, gritan, no hablan, y a la
final aplauden como si entendieran de que se trató. Son esos mocosos que aún no
pueden salir a lugares de grandes y por ello tienen que fastidiarle la vida a
los cinéfilos que solo queremos disfrutar de una maldita película en paz. De lo
peor de verdad.
Quedarían más grupos pero los dejaré
para una próxima vez, dado a que ando demasiado feliz como para seguir
escribiendo, agradecimientos especiales a ese mocoso con alas que anda que nos
caga la vida siempre, a chilly willy por darme su protección y comerse mis
pescados, y a todos ustedes que se dan el tiempo para leer mis idioteces (los
quiero =D).
