La vida es una mierda.


La vida me ha enseñado, de una u otra manera, a que por más oscura que se vea la noche siempre llegará un amanecer; ver a un niño en la calle, ver a un anciano pidiendo limosna, me provocan impotencia, tanta que a veces lloro del coraje al saber que no puedo ayudar, al saber que una moneda no solucionará nada. Vivimos en un mundo hipócrita, lleno de consumismo; creemos que nos hará feliz un regalo proporcionalmente  a lo que gastemos en el, cuando en realidad no podemos apreciar las cosas que nacen desde el corazón, esos pequeños detalles que no cuestan nada pero que dicen mucho.

La vida es una mierda, es cierto, todos llevamos la de perder puesto que cumplimos con el mismo destino; todos en algún momento daremos el último suspiro y moriremos, será en nuestro lecho de muerte que podremos juzgar nuestro paso por la vida, ver que hemos hecho para solucionar los problemas que aquejan a la humanidad; entonces ahí podremos decir si tuvimos una verdadera razón para vivir.

Hay veces en el que miro a mi alrededor y me pregunto que estoy haciendo por solucionar todo lo que estoy viendo, entonces me respondo: “no mucho”, puesto que, para mi desgracia, no tengo medios suficientes para lograr salir adelante por mi cuenta. Pero eso sí, en mi mente están aquellos proyectos con los cuales soñé, educar, comprometer a los demás en un cambio profundo, especialmente en valores pues es lo que más le falta al ser humano, enseñar que la vida es como la queramos ver.

Mi vida no es un ejemplo, soy el menor de siete hermanos, apenas tengo un trabajo, mismo que me urgía por la necesidad de poder cubrir mis propios gastos puesto que mi padre actualmente no tiene recursos suficientes como en un pasado; vivo con muchos traumas sobre mí, me cuesta hacer amigos, me cuesta hablar y expresar como me siento, me cuesta vivir, a veces siento que no debería estar aquí, que este no es un sitio para alguien como yo. Es ahí cuando cambio el panorama, es ahí cuando empiezo a apreciar las cosas pequeñas que da la vida, es ahí cuando vuelvo en mí y me doy cuenta que si soy así es porque me dio la gana de serlo; el vivir no se logra a través de otras personas, se logra a través de uno mismo, es algo que me lo han venido repitiendo desde hace mucho tiempo, es por eso que hoy te digo, a la persona que inspiró este blog, ya no tengo miedo de perderte, ni mucho menos de la soledad, yo lucho por cambiar mi vida, lucho por salir adelante con mis propios medios y darle una vida grata a quienes lo dieron todo por mí (mis padres), lucho porque en un futuro el mundo sea un lugar más tranquilo, lucho por cambiar el sistema, porque ya no haya persona en la calle, mendingando un plato de comida; yo sé lo que es pasar necesidades puesto que no nací en una cuna de oro, también sé lo que es tenerlo todo porque en un tiempo pude hacerlo, yo no tengo la culpa de vivir mi vida y querer cambiar la vida de los demás, y nadie, absolutamente nadie, me detendrá.
La vida es una mierda, sí, una mierda porque todos la quieren ver así, porque todos la embarran con sus propias eses y la transforman en algo asqueroso. La vida es una mierda, sí, cuando no nos damos cuenta que podríamos estar peor, cuando no apreciamos lo que tenemos a un lado, cuando no regalamos más que amarguras y tristezas. La vida es una total y completa mierda cuando nos cruzamos de brazos esperando que el resto cambie, mientras nosotros seguimos oliendo mierda. La vida hiede a mierda, porque no hacemos nada por cambiarla.

La vida es bella, y esa es una completa verdad, la vida es única, con un solo final, la muerte. Luchamos por seguir, luchamos por la inmortalidad, pero esta no es algo que podamos disfrutar. La inmortalidad existe, pues si dejamos nuestra marca en los corazones de los demás viviremos para siempre, seremos inmortales.

La vida es amor, Dios es amor, y amor no es dolor, amargura ni sufrimiento, aprendamos a vivir y sentir que podemos darlo todo aunque al final lo perdamos, puesto que la vida es efímera, tiene un corto plazo; quizá para muchos quien vive 100 años ha vivido muchísimo, pero para las estrellas apenas si vivió algo. El tiempo que nos queda es relativo, puesto que en poco años se pueden hacer grandes cosas, lo importante es seguir, llegar, luchar por sobrevivir, no rendirse jamás.

En mi caso sé que puedo amar, sé lo que siento en mi corazón, es por eso que te dedico este post, porque quizá yo sea un tonto inmaduro que no conoce nada más allá de la burbuja en la que lo han condenado, pero aprendí que el más allá no es nada más que visiones diferentes de un mundo que uno puede modificar a su antojo; no depende de la situación, depende de como quieras verla. No nos transformemos en jóvenes viejos, seamos viejos jóvenes; luchemos por salir, luchemos por cambiarlo todo, luchemos por un futuro más justo y hermoso pues eso es lo único que hará que nuestro paso por esto que llamamos vida valga la pena.

Señores, la vida NO es una mierda, la mierda somos nosotros. Gracias, buen día.

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