Las relaciones son tan raras; quieres tanto a alguien que solo quieres ver a esa persona una y otra vez, y por más que pueda parecer aburrido sabes que no lo es, es decir, sientes tantas cosas por esta persona que aceptas sus malas caras, sus disgustos tontos, sus niñerías... En fin, aceptas muchas cosas que, poniendo de ejemplo, a tus amigos jamás les aceptarías. Estar en una relación es querer tanto a alguien, tanto que no te importa lo malo, solo quieres que esté feliz. Claro, esto por el lado de quien más se metió en la relación, porque siempre se dará que solo uno arriesgará todo mientras que el otro no, esta persona dejará que las cosas sigan como van porque en cierta manera sabe que mientras menos de, ganará más... Tal como alguien me lo dijo: "lo importante es no demostrar tanto afecto puesto que así tendrás a la otra persona en la palma de tu mano". Yo sé que para muchos de ustedes esto puede sonar algo cruel, pero, mis queridos lectores, por desgracia las cosas son así. El ser humano es un tanto masoquista y caprichoso, siempre desea lo que no tiene y no sabe valorar lo que sí; pero quizá esta forma de comportarse quizá se vería más equilibrada si funcionara de las dos partes; pero como dije antes siempre habrá una persona que lo de todo. Por desgracia las cosas son así.
O por lo menos lo son hasta que nace la confusión, es decir llega un o una tercera persona, la cosa es que dependerá del lado al que esta caiga; por un lado puede ser al lado fuerte y despreocupado, en cuyo caso podemos asegurar que nos romperán el corazón. Ahora puede ser que caiga al lado débil y más enamorado, entonces ahí se ponen interesante las cosas.
Por un lado la parte suave de la relación empezará a sentirse atraída por esa impresión de esa persona que brinda un cariño diferente y más recíproco; entonces empezará a comparar, empezará a ignorar ciertas cosas y puede ser que los papeles se inviertan de inmediato, provocando que la otra persona, si la amaba lo suficiente, empiece a demostrar todo este sentimiento... Logrando mayor atención dando una cucharada de su propia medicina.
En mi experiencia personal siempre he sido la parte que más da en una relación. Así que sé cuando digo que en estos casos casi siempre uno opta por mejor quedarse solo y evitar tantos problemas; por otro lado nunca me he enamorado, solo ilusionado, pero, según dicen, cuando quieres a alguien tanto tratas, a toda costa, de luchar por lo que sientes, el problema sería cuanto se está dispuesto a luchar; supongo que es proporcional a la persona.
¿Por qué se siente tan bien querer a alguien aunque no se reciba nada a cambio? Supongo que es porque son cosas que van más allá de la razón. Siempre, la persona con la que salgo, me pregunta porque soy así, creo que descubrí la respuesta, soy así porque me da la gana de serlo, porque bien podría ser un idiota desconsiderado, pero no.... Opté esta vez por dejarme llevar por lo que siento, algo que bien podría llevarme a la autodestrucción, pero opté por arriesgarme, disfrutar y vivir esto que me pone a mil el corazón.
Quizá esto suene algo fuera de lo que muchos esperarían que fuese un post mío acerca de las relaciones, pero algo así estoy viviendo, me gusta, de verdad que es tan bonito sentir todo esto y dejarse llevar por las caricias, los besos y todo lo demás, pero uno arriesga las de perder; lo bueno es que si sucede sabré que aprendí mucho, luche... Y como una vez escuché, es mejor haber amado y perdido que jamás haberlo hecho.
Como conclusión, las relaciones son complicadas, pero quien no arriesga no gana. Solo al final, sea este después de un año, un mes, una semana, un día... O cuando demos el último suspiro, sabremos si todo valió la pena, y casi siempre descubriremos lo mismo, lo que no te mata te vuelve más poderoso.
Saludos mis lectores, ya no pienso en videoblogs porque son muy complicados y soy un asco frente a la cámara (jajajajaja). Saludos.
Quizá esto suene algo fuera de lo que muchos esperarían que fuese un post mío acerca de las relaciones, pero algo así estoy viviendo, me gusta, de verdad que es tan bonito sentir todo esto y dejarse llevar por las caricias, los besos y todo lo demás, pero uno arriesga las de perder; lo bueno es que si sucede sabré que aprendí mucho, luche... Y como una vez escuché, es mejor haber amado y perdido que jamás haberlo hecho.
Como conclusión, las relaciones son complicadas, pero quien no arriesga no gana. Solo al final, sea este después de un año, un mes, una semana, un día... O cuando demos el último suspiro, sabremos si todo valió la pena, y casi siempre descubriremos lo mismo, lo que no te mata te vuelve más poderoso.
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