¿Qué pasaría si muero?


>>Esperaba hablar de Halloween pero este tema es mucho mejor.<<

Hace poco, viendo una serie, me pregunté aquello que está redactado en el título: ¿Qué pasaría si muero? Y es que esta pregunta es muy difícil de resolver, además es muy general. ¿Qué pasaría en la vida de las personas que aprecio? ¿Me apreciarán al punto de sentir mi ausencia? ¿Qué hay más allá? ¿A quién encontraré? ¿En realidad sabré que he muerto?

Y es que ya es algo que lo han dicho ciento de veces… “Hay que vivir la vida como si fuera tu último día”, pero a esto yo le agrego: “tampoco hay que desperdiciarla como si no hubiera un mañana”. El vivir, creo yo, es más que un conjunto de momentos felices; se trata de emociones, sean cuales sean; es un conjunto de anécdotas y moralejas que acumulamos a medida que nuestros días se van descontando. Y es que parecería que el tiempo es eterno, pero lo tenemos limitado, el tiempo nace contigo y muere contigo, por ello es totalmente falso que nacemos y morimos solos.

Detrás de la muerte hay una cortina oscura sobre la cual solo podemos especular. La vida es como ese foco que ilumina tu habitación, si se quema simplemente habrá penumbra, solo tú sabrás lo que ocurre, el resto solo podrá imaginárselo. Además, algo que sí nadie puede negar es que cuando uno muere enfrenta de cara a la soledad, y no solo es para la persona que fallece, aquellas que se quedan en la tierra también lo sentirán; el saber que no habrá otro buenos días, ni otras bromas, ni más enojos con aquella persona. El no volver a ver su rostro sonreír, el saber que quizá lo necesitas y no estará. La soledad nos hace cara cuando morimos, y también le hace cara al resto de personas para las cuales nosotros fuimos algo más que un ser viviente.

Entonces quizá la muerte es la mejor forma de probar para quienes somos importantes, aunque es una ironía al saber que aún así nosotros no lo podremos averiguar, o ¿quién sabe?, quizá haya algo después de ella, quizá cuando morimos lanzamos el tiempo para atrás y comenzamos a vivir al revés, renacemos como ancianos y volvemos a ver a todos pero esta vez no nos verán envejecer, sino más bien rejuvenecer hasta volver al mismo instante del éxtasis que nos dio la vida.

Pero me he alejado del tema principal, ¿qué pasaría? O mejor dicho, ¿qué pasará? Pues el mundo no se detiene, ¿o sí? No lo creo, el mundo avanza y uno tiene que avanzar con el mundo, por lo menos aquellos que quedan en él. La muerte quizá es aquella meta en la que todos algún rato llegamos, algunos más pronto que otros, algunos con honores, otros no tanto. Si muriera creo que lo que menos quisiera es que me recordasen con tristeza y en ese momento se lamentasen de no haberme dicho algo, o de no haber expresado quizá lo que en ese momento puedan sentir. Creo que la muerte es casi siempre utilizada para demostrar que es nuestra naturaleza muchas veces ser hipócritas. ¿Por qué muchas veces esperamos a que llegue para recién ahí declarar todo el aprecio por determinado ser? No es justo, porque quizá aquella persona ya no nos pueda oír. Si muriera creo que me gustaría que se alegrasen por las cosas que me dijeron, por los momentos que fueron y no por los momentos que no serán. La vida es mortalmente corta y nuestro tiempo demasiado limitado; pero aún así hay que entender que no todo es llegar a la cima, no todo es tener lo que más se pueda, de cualquier forma una vez que nos alcance ya no disfrutaremos nada. Creo que la vida se trata de acumular la mayor cantidad de momentos agradables, de acumular la mayor cantidad de veces en las que nos hemos levantado de una derrota, de no acumular la mayor cantidad de amigos, sino la mayor cantidad de cariño aunque este provenga de muy pocos. La vida no se trata de el resto y de como te miren los demás; la vida se trata de como eres tú, de como luchas contra el mundo. La vida se trata de llegar al final y saber, un segundo antes de que mueras, que todo valió la pena. Pues hoy puedes tener poder, dinero, miles de placeres; pero, ¿en realidad tienes amor? ¿En realidad has vivido?

Si muero se y estoy plenamente seguro de que pasará algo… No me habré arrepentido de haber vivido, pues aún cuando mi vida no sea la más exuberante, ha sido feliz, tranquila, llena de vivencias y experiencias que me han marcado y hecho madurar, llena de cariños que quizá nunca aprecié y amores que quizá no me apreciaron; llena de derrotas transformadas en triunfos.

Recuerda que la vida es como el tiempo, nace y muere contigo. Aprecia a quienes tienes a tu lado y siempre diles lo que sientes, quizá así nunca te arrepientas de tu silencio.

A mis amigos, este post es para ustedes; a mis lectores igual; a mi amor también. Y también a quienes me aprecien.

Ps. No espero morirme ni nada por el estilo, solo que es bueno reflexionar de vez en cuando.


Primera semana de clases. Juramentos, promesas, metas, objetivos, y demás cosas que casi nunca cumplimos.


 

Bueno, retomo el blog hasta poder terminar el site del escritor bloqueado, y lo haré con un tema que está en boca de casi todos los que cursamos actualmente la universidad, es que aquí en Ecuador ya empezó la primera semana de clases y es normal que esta venga acompañada de muchas ilusiones, de buenos augurios, y demás tonterías que en realidad no son más que el producto de las vacaciones y los berrinches que en ella hicimos cuando estuvimos a punto de quedarnos y justo ahí se nos ocurre ya recurrir a la ayuda divina. Es una verdad suprema que cuando estamos por quedarnos nos encomendamos a todos los santos habidos y por haber (incluso si no eres católico), hacemos promesas como: “Diosito si paso te juro que el próximo semestre me esforzaré para no estar de nuevo en esta situación –Pero, ¿tú no eras ateo?, -Cállate, Diosito no lo escuches…”.

En fin, salimos de vacaciones habiendo milagrosamente pasado todas las materias (incluso si no), y lo primero que hacemos es echarnos a la cama y dormir unas 14 horas al día, ver televisión, chatear, aprovechar para ir al cine. Entonces llega la semana de inscripción y sabes que están a punto de terminar, empiezas a engordar, te olvidas de cómo utilizar el bolígrafo, hasta te olvidas de todo lo que aprendiste en el semestre, es ahí cuando dices: “Apenas empiece el semestre volveré al gimnasio, pasaré cálculo/física/álgebra/teoría electromagnética/[INSERTE AQUÍ ALGUNA MATERIA EN LA QUE USTED SEPA PASARÁ CON 60 O DE SEGURO REPETIRÁ]  con 100, me dedicaré más a estudiar, ya es hora de ponerme las pilas, quiero salir rápido de la u”.

Entonces llegó el día en el que te toca registrarte, ¿qué haces? Como aún estás de vacaciones no sientes presión, entonces ves tus materias disponibles y dices: Veamos, tengo física cuántica, cálculo multidimensional, teoría electromagnética en el espacio no conocido, algebra aplicada a la física nuclear y a los números irracionales en un espacio de infinitas proporciones, físico-bio-química aplicada a organismos unicelulares incapaces de estudiar, cálculo muy maldito tanto que si la tomas de seguro morirás, inglés y repostería. Entonces dices: “Están muy malditas las materias, pero que va, el primer parcial es todo, aseguro las malditas y las más suaves las paso en el segundo.”.

Las semanas pasan rápido, te escribes con tus amigos y empiezan las preguntas: ¿Cuántas tomaste?; con orgullo, si es tu caso, dirás: Ocho materias. Entonces, si es tu amigo aquel que se quedó en las mismas materias que tú acabas de tomar, te dirá: Piénsalo bien, son muy malditas esas de ahí. Entonces tú dirás: Nada, el primer parcial es todo. Luego empezarán las preguntas sobre los profesores. Tú, como ya has descansado lo suficiente, dirás: Pues, no quiero que me pase lo del semestre anterior que ese profesor no enseñaba nada, voy a coger la materia con Satanás de las Malditas Matemáticas, y con Tevoy Adejar Asiestudies, para que me hagan estudiar full y aprenda algo. Tu amigo, que ya pasó por algo similar te dirá: Loco mejor coge con Corazón Demadre, con ella pasas facilito. Tú, orgulloso de seguro responderás: Para nada loco, esa mujer no enseña nada. Tu amigo insistirá: Pero con ella pasas. Pero no le harás caso.

Entonces pasarán los días y la tan ansiada semana llegará. Te levantarás perezoso porque, al haber tomado 8 materias, tendrás clases de sol a sol. Al llegar a la universidad serás recibido por los tres mil millones de ejercicios para el siguiente día que te dejó Satanás de las Malditas Matemáticas sobre el teorema de como medir el campo eléctrico provocado por una hormiga que se metió en un interruptor en una casa en algún lugar de Guayaquil, mismo que un ejercicio te ocupará 5 cuadernos y medio; y para colmo mismo que de seguro será tema de examen. Luego pasarás el día sin entenderle nada a Tevoy Adejar Asiestudies, aunque comprenderás porque solo hay 3 personas en el aula. Pasarás el día sin comer porque tu horario no te da tiempo. Para luego llegar a tu casa y que tu mamá te reclame porque al haberte levantado tan temprano para ir a la universidad, no arreglaste tu cuarto. Tratarás de tirarte a la cama para recordar que tienes tareas, misma que terminarás a las 4 am, para de inmediato continuar con la siguiente, a las 7 am volverás a la universidad solo para darte cuenta que con un día de clases no puedes. Entonces te saldrás del salón, irás al lugar más cercano donde puedas anular el registro y te quedarás con 4 materias.

A mediados del semestre notarás que te caíste en tu primer examen, habiendo conseguido apenas 55 puntos sobre 100, que tu única buena nota es repostería con 70, que no estudiaste nada y te la pasaste de fiesta con tus amigos. Entonces dirás algo que ya es muy clásico en cualquier estudiante: El segundo parcial es todo, con fe que se puede.

Algunas exageraciones, lo admito, pero así es como la mayoría empezamos el semestre, con ilusiones, promesas y demás cosas; recuerden que todo requiere de esfuerzo, no descuidemos nada y lograremos llegar a un segundo parcial y decir: Nada, en esa ya estoy pasado, que para cualquiera es una alegría.

Suerte, recomienden y pronto el site. =)!!!