Hoy quiero de antemano pedir disculpas si en algún momento falla mi gramática u ortografía, lo digo porque estoy con conjuntivitis y es un poco complicado escribir en estas condiciones. El tema de hoy lo sugirió una de mis mejores amistades, a quien quiero mucho y a quien me demostró que la distancia nunca es un impedimento para la amistad, Karla González, ella es costarricense y una de las personas que más admiro, en especial por su forma de ser. El tema sugerido me llamó la atención pero primero quiero definir un término importantísimo, nacionalismo.

Según Wikipedia: “El nacionalismo es una ideología y un movimiento social y político que surgió junto con el concepto de nación propio de la Edad Contemporánea en las circunstancias históricas de la Era de las Revoluciones (Revolución industrial, Revolución burguesa, Revolución liberal) desde finales del siglo XVIII. También puede designar al sentimiento nacionalista y a la época del nacionalismo.”, sobre lo primero no opinaré pues creo que queda muy claro, voy a basar mi redacción en lo segundo, el sentimiento nacionalista.

Definido por mis propias palabras, el nacionalismo es algo que todo país debería de practicar, deberíamos de sentirnos orgullosos de nuestra cultura e idiosincrasia, no perder lo que en esencia nos caracteriza como pueblo; es algo curioso pero en Ecuador las cosas se ven de otro modo, pondré un ejemplo: Dos chicos hablando acerca del último álbum de Lady Gaga, o del último escándalo de la misma; uno de ellos escucha a su padre cantar algo de folklore, este en seguida agacha su rostro y le dice a su compañero que le hubiese gustado nacer en otro lado. Esto perjudica de una manera muy grande ya que si el resto de chicos de su edad comienzan a pensar de ese modo llegará un momento en el que ya no se tenga una identidad, prácticamente dejaríamos de ser Ecuatorianos.

Otro ejemplo, visto por todos en el día a día de nuestra nación, es cuando llega un grupo extranjero relativamente nuevo a nuestro país, los canales de televisión le abrirán sus puertas y de seguro tendrá más éxito que un ecuatoriano con mucho más talento; no es que trate de menospreciar a un extranjero, se lo difícil que es para alguien que migra adaptarse y conseguir una vida estable, pero, ¿por qué no existe igualdad?; en parte el nacionalismo debería de proclamar eso, que nuestra cultura no se pierda y que seamos justos, que le demos oportunidad a lo nuestro puesto que no es pecado, ni se puede considerar xenofobia, el tener algo de preferencia con quienes comparten nuestra propia cultura, sin embargo tampoco es justo que ignoremos a los demás por tener una cultura diferente.

El nacionalismo es bueno siempre y cuando se profese bajo el lema primero lo nuestro, pero se convierte en xenofobia cuando ese “primero” llega a ser “sólo”.

Abordando el tema del post, ¿por qué el nacionalismo se puede considerar una herramienta para la xenofobia?; tomándolo desde una perspectiva local, los conflictos que los costarricenses viven con los nicaragüenses, son similares a los conflictos que viven los ecuatorianos con los colombianos; comenzamos a decir que nos invaden, que son los culpables de los problemas de delincuencia, que deberían de deportarlos, que deberían de prohibirles la entrada; entonces allí estalla el nacionalismo, por primera vez, en el caso de Ecuador, se prefiere “lo nuestro”, ¿esto vale la pena? Es decir, ¿no nos damos cuenta que en realidad lo que divide a los países es solo la imaginación?, hace poco hablé de querer primero lo nuestro, es cierto, porque se podría decir que sucedería lo mismo en una universidad, se podría decir que cada uno se forma en su respectiva facultad y la defiende, que asiste a los eventos que esta organiza y se siente orgulloso de pertenecer a ella, pero en sí las facultades pertenecen a un conjunto mayor. Nosotros como país nos sentimos orgullosos de serlo, nos sentimos identificados diciendo soy ecuatoriano, costarricense, colombiano, nicaragüense, salvadoreño, etc., pero también debemos pensar que en sí todos somos seres humanos, que las fronteras las creamos nosotros pero en realidad no existen y que todos tenemos las mismas oportunidades.

El nacionalismo se debe centrar en preservar nuestra cultura, no en pensar que somos superiores a otros; todos somos iguales, internamente somos la misma cosa, somos humanos, tenemos defectos y virtudes; ¿para qué atacarnos entre nosotros mismos? 

La xenofobia es una enfermedad; el color de nuestra piel es solo un efecto de la exposición a los rayos solares, nuestro país es un conjunto de razas y cultura, pero a su vez pertenece a un conjunto mucho más grande, nos diferenciamos muy poco y por cosas que en realidad son muy banales.

En conclusión, el nacionalismo es bueno, la xenofobia es muy mala… especialmente si se disfraza del primero, no confundamos amar lo nuestro, por idolatrar lo nuestro.

Paz con todos, y que Chilly Willy os acompañe, :D, dejen sus comentarios, denle click a me gusta, compartan todo en facebook, twitter o cualquier red social, extendamos el mensaje, la xenofobia tiene que acabar, todos, absolutamente todos, somos iguales. TODOS SOMOS SERES HUMANOS.

Saludos. Paz.