Ayer y hoy


A veces me pregunto que tan rápido pasa el tiempo, últimamente no he tenido tiempo de escribir, extraño hacerlo con la misma fluidez de cuando estoy en la universidad, la verdad es que mi vida en vacaciones es tan aburrida que a veces me bloqueo  por el simple hecho de estar aburrido, hoy no es la excepción, he querido escribir un artículo con un tinte humorístico, de esos que gustan a todos, espero que mientras lo haga recupere eso que me hace sentir escritor.

Ayer, y cuando digo ayer me refiero al tiempo pasado que no es hoy ni mucho menos será mañana, recuerdo cuando por primera vez conocí una computadora, recuerdo que incluso me daba miedo escribir en su teclado cuando esta estaba apagada, o incluso pretendía dejar mensajes sin que esta esté funcionando. Ayer no conocía los celulares, lo máximo era el teléfono en casa, incluso los teléfonos con vasos de plástico e hilos. Ayer jugaba a saltar llantas, a la quemada, a ser pistolero; disfrutaba un carnaval en familia mojándonos o embarrándonos de algún sustancia que casi siempre era mortalmente dañina para el cuerpo humano (bah, ¡es carnaval!). Ayer mis permisos eran de dos de la tarde a seis como máximo, disfrutaba de los Power Rangers, de las caricaturas de Warner, de Doug, Sabrina, Clarissa, Pete & Pete, leyendas del templo escondido, le temes a la oscuridad, escalofríos, Pokemon.

Ayer coleccionaba tazos, comía cachitos, estaba pendiente de cada capítulo de Dragon Ball Z. Ayer lloré con la muerte de Angelmón; disfruté la resurrección de Goku, escogí ser un Caballero de Oro. Ayer las únicas fiestas que conocía eran las de cumpleaños, donde, después de un determinado tiempo, servían algún plato, casi siempre arroz con pollo.

Hoy… Hoy…. ¿Qué fue de ese ayer? Recuerdo que no era tan cerrado, me esforzaba por hacer amigos, por jugar. Los chicos de hoy… vaya, los chicos de hoy, hablo como viejo. Los chicos de hoy ya no se parecen en nada a los de ayer. ¿Acaso aún sales y ves que algún chico está contando arrimado a un poste de luz esperando a que todos se escondan? En realidad los ves reunidos entre ellos jugando con su Nintendo DS, o con su PSP; o se reúnen para jugar Devil May Cry, Resident Evil o Assasains Creed. Están más pendiente de sus celulares que de una conversación real. Ya no te piden el número de tu casa sino: “¿Me das tu facebook?”, “Sígueme en Twitter”.

Sus fiestas son más parecidas a orgías que la de los romanos. Ya no escriben, ya no les importa mucho ser niños. Ya no juegan, no se ejercitan mucho.

Así es, sé que parezco viejo pero de aquí a unos años les aseguro que ya ni siquiera saldrán de sus hogares.

Me puse algo nostálgico con este post, en sí este es el hoy, ¿qué nos depara el mañana?

Espero que les haya gustado, no se olviden de comentar, sugerencias, me gusta, etc.; pronto habrá un nuevo formato para el blog.

Gracias por leer.

1 comentarios:

druodãn dijo...

Donde esta la inocencia q nuestra generación tuvo :S
Por cierto... Angemon! :D buen punto :'(

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